Esta entrega realizada el jóven César Forero, nos cuenta acerca de la experiencia de guiar a jóvenes y padres en los primeros pasos por el mundo de las computadoras.
Testimonio por: César Forero
No conocía muy bien Ciudad Bolivar, ni su gente, ni muy bien sus calles y su cultura, alguna vez había ido por cuestiones de trabajo pero no de otra manera y son muchos las imágenes que la gente teje alrededor de este sector que me imaginaba mil cosas del sitio donde asistiría.
El comienzo de este proyecto fue hace tan solo tres semanas cuando decidimos con unos compañeros, conocer el colegio Sotavento y presentar nuestras propuestas de trabajo con la comunidad (niños y adultos). Sin embargo, era quizá el único del grupo que no tenía clara una idea de que proyecto realizar, tenía ideas pero nada en concreto y esperaba que viendo el sitio y hablando con el rector encontrara el proyecto indicado.
Primero que todo llegar al colegio no resulto gran inconveniente, el transmilenio te lleva casi hasta la puerta y la zona es sobre una avenida principal por lo que no hay de qué preocuparse. Cuando entramos al colegio estaban en un acto de honrar a la bandera por lo que esperamos hasta el fin del acto para hablar con él rector. En la reunión con el rector todos propusieron sus proyectos y como ayudarían la comunidad pero entre todos yo era el único que no tenía nada. Cuando llego mi turno le comente mi perfil y que tenía pensado y el rector me comentó de un proyecto que manejaba una ONG con padres de la comunidad y que se detuvo por varias razones, proyecto que yo podría continuar. Ese fue el nacimiento de Ando-Capacitando, un proyecto que busca brindar a los padres de familias de estratos bajos la oportunidad de capacitarse en herramientas tecnológicas sin ningún costo y siendo certificados. 17 de Septiembre del 2011
El primer día de operación del proyecto había llegado, en la última conversación con el profesor que coordinaba los proyectos en el colegio había quedado claro que empezaba este sábado a las 8:00 de la mañana. Quizá madrugar un sábado no es lo mío pero lo hice con gusto, quería conocer con quien iba a trabajar y compartir algo de lo que yo conocía con personas que por alguna razón no habían podido estudiarlo. Ese día lleve a mi hija conmigo, me parecía interesante que ella conociera las bondades y lo bien que se siente colaborar con la comunidad, y además que conociera personas de otro ambiente.
Sin embargo, para sorpresa nuestra cuando llegamos el coordinador nos comentó que no se había podido realizar la convocatoria por lo que era muy seguro que no asistiera nadie. Pero ya que estábamos allí pues no íbamos a desperdiciar el día, revise todos los computadores con los que podríamos trabajar para ver las limitantes que tendríamos en el curso y si tocaría cambiar algo (lo cual resulto en cierta forma cierto dado las limitantes de la conexión a internet). Después de revisar los computadores y ver claramente con que se podía contar decidí aprovechar el día con unos niños a quienes se les fue cancelado el Cineforo que tenían ese día y se encontraban sin hacer nada en los patios del colegio, a este grupo se unió una madre de familia que me comento no tenía conocimiento alguno de computación e informática.Durante una hora trabajamos con los niños y la mamá en temas muy básicos de encender el pc, cambiar la resolución, como manejar el mouse, como usar la calculadora, paint y buscar tareas en internet como fotos y mapas.
Cuando llegó la hora de salir los niños me comunicaron lo agradecidos que estaban por el rato y que si podían seguir asistiendo, a lo que les respondí; “que me dejaran trabajar primero con los papitos que los igualara y en ese momento si”. Me senté un momento con la mamá y le comente la idea del curso de los sábados a lo que se mostró muy interesada, lo primero que me dijo es que ya no le tenía miedo manejar el mouse del computador y que ya sabía cómo rápidamente buscar una tarea para su hijo, además de consultarme si podría traer conocidos a la clase.