Desigualdad Social Vs Paz
Por
Ángela
María Rodríguez Guevara
El desarrollo social y económico no depende
únicamente del crecimiento. Es necesario que ese crecimiento sea distribuido
equitativamente. Colombia, es el tercer país mas inequitativo de América Latina,
con un índice de coeficiente de Gini de 0,58, lo que representa una sociedad
desigual, con falta de oportunidades, y además injusta que hace reducir la
confianza de las personas en su capacidad de triunfar.
Las
principales causas de la desigualdad en Colombia son la movilidad social baja,
es decir, las oportunidades para salir de la pobreza no son iguales para todo
el mundo y el éxito depende de las conexiones; la escasez relativa de trabajo
calificado que hace que los profesionales tengan un ingreso muy superior a las
personas con un nivel básico de educación. Otro, es la baja capacidad
redistributiva del sistema tributario en Colombia. Un tercer elemento que es
necesario considerar son las considerables diferencias regionales.
Según la CEPAL, el país tiene una
cobertura casi universal en salud y en educación primaria, pero, así mismo,
existen ciertas inequidades en las oportunidades para acceder a la educación como: el difícil acceso al
crédito, las diferencias en las coberturas educativas entre personas de
ingresos altos y personas de ingresos bajos. Sin embargo, con el paso de los
años, se ha ido mejorando la cobertura secundaria y la oferta terciaria.
Igualmente, en el año 94 se aprobó la Ley General de Educación que fijó en 9
años la obligatoriedad de educación, además se implementaron estrategias de
medición y de aumento de la calidad. Otra consecuencia positiva es el impacto
de las políticas educativas durante los últimos 50 años: el incremento en la
escolaridad promedio de un año por década. Por otro lado, el 39% de los menores
entre 3 y 4 años van al preescolar, el 78% de menores entre 5 y 6 años asiste a
la escuela, entre los menores de 7 y 11 años, el 92% asiste a la escuela,
finalmente, entre los menores de 12 y 17 años, sólo el 78% asistió a la
escuela. También el número de estudiantes en el año 2002 es de 10 millones
frente a la cifra de 1985 cuando solo eran 6.35 millones.
En general, la educación en Colombia se
financia en un 70% por el Estado, el gasto en primaria y secundaria se realiza
directamente en cada departamento y municipio, mientras que la educación
terciaria está a cargo del gobierno central quien traslada directamente los
recursos a las universidades. De igual forma, estas políticas son controladas
por el Ministerio de Educación Nacional. Del total del gasto en ecuación, la
primaria recibe el 43%, la secundaria el 33% y la terciaria el 24%. Aunque
estas cifras son positivas, no han sido suficientes para generar mayor
desarrollo social y económico, pues en comparación con países de la región como
Chile y Argentina, Colombia solo invierte 645 dólares anuales por estudiante de
primaria y secundaria, mientras que Argentina destina 2.348 y Chile 1.890.
Estos dos países han demostrado un descenso del Gini entre 5 y 10 puntos
porcentuales, mientras que Colombia solo 1 punto.
En cuanto a la salud, existe poca
competencia entre los proveedores ya que el número de hospitales y clínicas son
limitados, sobretodo en las ciudades pequeñas; por esto, el Estado debe regular
la calidad y las tarifas. En segundo lugar, los servicios médicos son muy
heterogéneos, por último, el acceso a la salud no debe ser excluyente ni
depender de la capacidad de pago de las personas. Todas estas son razones suficientes
que justifican la intervención del Estado. Por lo tanto, mediante la ley 100 de
1993 que busca mejorar los problemas del sistema de salud, incluye 2 regímenes:
El contributivo conformado por los trabajadores que cotizan en el sistema se
seguridad social en salud, se financia con un aporte mensual del 12% de los
ingresos (8% empleador y 4% trabajador). Cada contribuyente elige la EPS, ésta
a su vez, contrata a las IPS para que atiendan al afiliado y a su familia. En
segundo lugar, existe el régimen subsidiado que financia la salud de los pobres
y vulnerables. Las entidades que prestan el servicio son las ARS.
A pesar de esto, solo el 60% de la población es afiliada, la cobertura
ha crecido en las zonas rurales, el 78% es un gasto en salud de seguridad
social frente a un 22% individual o de bolsillo, y todavía faltan los
trabajadores informales e independientes, aumentar los límites a los servicios
cubiertos por el POS y la eliminación de los periodos mínimos de cotización.
En cuanto al aspecto de la vivienda, se
busca que con el Plan Nacional de Prosperidad Social del Presidente Juan Manuel
Santos, para antes del año 2014, el Gobierno se propone sacar de la pobreza
extrema a 1,5 millones de colombianos, de los 7'159.000 en esta condición, cada
uno de los cuales contaba en el 2009 con menos de 120.588 pesos mensuales para
satisfacer sus necesidades. Logrando que
la vivienda cuente con agua potable y un sistema de desagüe; que no vivan más
de tres personas en cada cuarto y que los niños duerman separados de los
adultos; que la vivienda no tenga piso de tierra (hoy, más del 30 por ciento de
las viviendas de los pobres extremos tienen piso de tierra), y que posea
materiales adecuados que posibiliten la seguridad de la infraestructura física
y mayor bienestar para la familia en términos de salud.
Consecuentemente, la responsabilidad
del Gobierno ante esta situación es clara y necesaria, el Estado esta en mora
con la población, debe mejorar la cobertura
y calidad tanto de la salud como de la educación y vivienda. Permitir
que haya esperanza en la población, mejorando la movilidad social y las
condiciones de vida.
En conclusión, a pesar del crecimiento
económico en Colombia( Mayor inversión extranjera, disminución de la tasa de
desempleo, mayor exportaciones e importaciones, etc.) la desigualdad reduce la
efectividad del crecimiento económico para disminuir la pobreza, y esta ultima
reduce las posibilidades de paz, como se suele escuchar, “cuando se lee poco,
se dispara mucho”, entonces, se lograra la paz solo y cuando se haya derrotado
la desigualdad social.